En algunas ocasiones la escasez de luz nos obligará a elevar la sensibilidad ISO de nuestra cámara, con la consecuente aparición de ruido. Este ruido lo apreciamos en nuestras fotos en forma de una serie de puntitos que inundan la imagen, y que en general resultan desagradables a la vista. No obstante, soy de la opinión de que es mejor tener una imagen con ruido que no tenerla, y más sabiendo que en muchas ocasiones podremos reducirlo, o al menos disimularlo.

Una de las opciones que tenemos para amortiguar los efectos del ruido por ISOs elevados, es disparar la cámara con la opción «reducción de ruido» activada. Según el rendimiento de nuestra cámara, la reducción de ruido funcionará mejor o peor, pero lo que es seguro, es que el tiempo total empleado en hacer la foto se duplicará, pues esta función opera durante un tiempo igual al de exposición. Si nuestras exposiciones son relativamente cortas, ésto puede no importarnos demasiado, pero cuando éstas aumentas hasta las decenas de minutos o incluso las horas, duplicar el tiempo de toma de imagen puede resultar un gran inconveniente.

Lo bueno es que no está todo perdido, aun nos queda otra opción; pasar la imagen posteriormente a blanco y negro o a dutono. Afortunadamente, de esta forma se consigue disimular en gran parte el ruido, pues éste tipo de fotos suelen combinar muy bien con él, dando un toque un poco «retro».